Los compuestos derivados tanto del petróleo como del gas (hidrocarburos), los cuales se extraen a partir de rocas que se encuentran en el subsuelo, incluso en la actualidad suelen estar dentro de las fuentes más usadas con el fin de conseguir dicho tipo de energía.
Y una parte considerable de esos recursos suelen ser obtenidos a través de “reservorios convencionales”, o dicho de otro modo, a partir de rocas que cuentan con poros los cuales facilitan el flujo del petróleo y que el mismo pueda ser extraído de forma sencilla.
En la actualidad, los avances tecnológicos facilitan la extracción de los hidrocarburos almacenados dentro de rocas con una permeabilidad reducida, conocidas como “reservorios no convencionales”, y es que considerando que en dichas rocas el fluido no suele movilizarse de manera simple, resulta preciso producir fracturas artificiales que permitan extraer finalmente esos hidrocarburos.
Ahora bien, la técnica usada para generar las fracturas en rocas del subsuelo suele ser conocida como fracking o fracturamiento hidráulico.
¿En qué consiste el fracking?
El fracking, hace referencia a una técnica creada durante los años 40, el cual suele ser aplicado, por lo general, sobre reservorios no convencionales con la finalidad de estimular la extracción de hidrocarburos.
Y con el propósito de lograr extraer el gas almacenado dentro de la roca, resulta necesario perforar de manera vertical para llegar a la formación rocosa correspondiente, la cual por lo general se ubica a unos 1.000-5.000mts de profundidad desde la superficie, y después se excava en la roca de forma horizontal (alrededor del de 1.500- 3.000mts), para finalmente aplicar diversos elementos que permiten crear fracturas en la roca.
Para entenderlo mejor, podríamos pensar en las rocas ubicadas en el subsuelo, en las que se almacenan los hidrocarburos, como si se tratará de un sándwich, donde cada capa se encuentra compuesta por un material rocoso distinto a los otros.
Ahora bien, antes de poder comenzar a realizar la extracción de hidrocarburos de los reservorios no convencionales, resulta preciso llevar a cabo ciertos pasos:
Para empezar, hay que hacer un pozo vertical que vaya de la superficie hacia la roca que almacena los hidrocarburos; después, como ya señalamos, se debe desviar horizontalmente la perforación, a fin de recorrer el reservorio no convencional alrededor de una larga longitud.
Y a medida que la perforación avanza es necesario ir cubriendo la pared del pozo y protegiéndola mediante tubos de acero cementado que ayuden no solo a evitar las posibles filtraciones, sino también a estabilizar el pozo.
La técnica de fracking implica que se deben inyectar a una gran presión dentro de la roca reservorio ciertas cantidades de arena, agua y aditivos químicos. La inyección de dichos materiales permite crear fracturas nuevas en la roca, al mismo tiempo que amplía aquellas que ya existían.
De esta forma, esa red de pequeñas fracturas interconectadas permite crear tanto una porosidad como una permeabilidad artificial alrededor de la roca, lo cual ayuda a lograr que los hidrocarburos fluyan con mayor facilidad a través del pozo y lleguen a la superficie.
Es igualmente conveniente señalar que el fracking se trata de proceso que tiene una duración de varios días, ya que aparte de crear las nuevas fracturas en la roca, ayuda preparar el pozo para la fase de extracción de los hidrocarburos.
¿Qué sucede después de aplicación el proceso de fracking?
Después de llevar a cabo el fracking, será momento de realizar la extracción de hidrocarburos, lo cual se logra a través del bombeo de los fluidos en el interior del pozo y hasta la superficie, permitiendo no solo la separación de los hidrocarburos, sino también su almacenamiento para su posterior uso, en este caso, es posible que el proceso de extracción dure varios años.
Cabe señalar que como práctica usual dentro de la industria del combustible, el fracking ha logrado extenderse con el paso de los años desde el 2010, logrando conseguir no solo defensores, sino también detractores.
¿Cuál es el impacto ambiental de esta técnica?
Como hemos señalado, el fracking se trata de un sistema utilizado con el fin de extraer combustibles fósiles, el cual podría encontrarse generando numerosos y graves problemas no solo sobre el medioambiente, sino también sobre la salud de todos los seres vivos. Y es que esta técnica podría estar teniendo los siguientes impactos:
Contaminación del suelo, aire y agua
El fracking podría consistir en la fuente de emisión de gases que son contaminantes y perjudiciales hacia la atmósfera, como por ejemplo, el cancerígeno benceno; al igual que fugas de aguas residuales como consecuencia de construcciones de calidad reducida y/o prácticas irresponsables.
Asimismo, a estas emisiones se suman aquellas generadas tanto por la maquinaria como los vehículos de la planta que se requieren para realizar la fracturación.
Emisiones de gas metano
Ha sido posible registrar varias fugas de gas metano en dirección a otras fuentes de agua naturales, lo cual no solo podría llegar a ser bastante nocivo para la calidad que posee el agua, sino que incluso podría permitir el desarrollo de explosiones.
Terremotos inducidos
El fracking suele causar microsismos, los cuales al comienzo, resultaban muy pequeños para lograr detectarlos; no obstante, dichos sismos han aumentado considerablemente tanto en número como en potencia.
Además de esto, el fracking podría causar radiación, afectar negativamente la salida de todos los seres vivos expuestos a dicha técnica, e incluso contaminación acústica, ocupación del terreno , etc.