Thimmamma Marrimanu el bosque que sólo tiene un árbol

Existen bosques que a pesar de sus amplias extensiones poseen muy pocos árboles. Tal es el caso del que se encuentra en el estado de Andhra Pradesh, al este de la reserva forestal de Kadiri en la India, que está constituido por un solo árbol.

¿Cómo se le conoce a este árbol?

El mismo se conoce como Thimmamma Marrimanu cuya copa cubre el área completa del bosque, es decir, unos 19.107 metros cuadrados de superficie. Fue inscrito en el libro de los Récords Guinness como uno de los ejemplares más grandes del mundo.

El árbol corresponde a los banianos o llamado también higueras de Bengala (ficus benghalensis). Se desarrolla de forma convencional o también curiosamente de arriba a abajo.

El macizo inicia su vida como cualquier planta epífita, al germinar sus semillas dentro de una hendidura de la corteza de un árbol huésped, en paredes y muros de edificaciones. La planta progresa hasta que las raíces aéreas crean una especie de tronco que ahoga o sofoca al árbol huésped u otros espacios.

Mientras sus ramas se explayan horizontalmente, las raíces aéreas al tocar la tierra van erigiendo troncos adicionales y el árbol se va ampliando ocupando inmensas superficies.

En Calcuta y llamada hoy en día oficialmente Kolkata, en el jardín botánico de Howrah se localiza ‘el Gran Baniano’, uno de los más colosales del planeta, con un diámetro de 131 metros y una circunferencia de 412 metros.

El baniano pertenece al género de los ficus, es oriundo de Sri Lanka (Ceilán) y la India. Como se dijo anteriormente, se le llama Higuera de Bengala. Este nombre se debe a los vendedores indios a quienes conocían como banianos, ellos instalaron sus tiendas para resguardarse del sol bajo las ramas de estos imponentes árboles.

Para los budistas era sagrado

La complejidad del baniano es que él no progresa desde el suelo como el resto de las especies, sino de manera contraria; al germinar en otro árbol o superficie se explaya con trenzas que llegan al suelo agarrándose a la tierra, después se robustece y atrapa al macizo sobre el cual se posó para seguir difundiendo sus ramas hasta dar origen a una enorme arboleda.

Es muy respetado en la India, pues se le considera como el Árbol Nacional de la nación, incluso, se le relaciona con la religión, de ahí que sus partes representan a los distintos dioses del hinduismo.

Por ejemplo, el tronco representa a Visnú, el dios preservador, las hojas a Shiva, el dios destructor y las raíces con el dios creador de cuatro cabezas, el  Brahma. También en la costumbre hindú simboliza la vejez. El árbol siempre está cercano a los templos.

Las personas ponen estampas e imágenes en los huecos de sus raíces y enlazan cintas en sus ramas. Bajo estas hay un santuario consagrado a Thimmamma. Cuenta la leyenda que en 1434 una mujer se inmoló en ese sitio tras la muerte de su consorte. Se piensa que donde se alzó la pira funeraria creció justo el árbol cuya edad ronda los 550 años.

Otra tradición habla de que el árbol guarda el poder de la fertilidad, por lo que muchas parejas que no tienen hijos acuden a la iglesia para solicitar el favor; logrando concebir en un año a ese niño anhelado, por eso es muy visitado. Pero también se dice que hay una maldición que supuestamente cae sobre aquellas almas que se atreven a fragmentar sus hojas.

El Thimmamma Marrimanu aún sigue prosperando, esto se debe a su cercanía de los ejidos agrarios que tienen escasa población de árboles circundantes, permitiéndole expandirse con sus 4.000 raíces-tronco que se enroscan sin orientación de arriba hacia abajo.

Asimismo, los trabajadores del lugar donde se asienta se ocupan diariamente de reforzar sus ramas más pesadas, situar sus raíces con el uso de postes y regarlo constantemente para que se mantenga húmedo y siga desarrollándose como lo hace (anualmente crece unos 15 centímetros).

Entre los meses de febrero, marzo y concretamente el 13 del mes Phalguna, se celebra según el calendario hindú la gran noche de Siva o el festival del Maha Shivaratri, donde llegan infinidad de peregrinos. Junto con los nativos del lugar reunidos bajo el Thimmamma Marrimanu, se hace una vigilia nocturna (jatara) con danza y música autóctona.

Muchos aseveran que hasta 20.000 personas pueden congregarse bajo la copa de este espectacular y extraño árbol.

¿Sabías qué?

El ecologista hindú Vishweshwar Dutt Saklani durante toda su vida sembró más de 5 millones de árboles. Desde que tenía 8 años guardaba un gran respeto hacia la naturaleza, de hecho, inspirado en la memoria de su hermano y esposa consiguió plantar un hermoso bosque de más de 100 hectáreas que le valieron el premio ‘Indira Priyadarshini’ por su tarea ambientalista. Como bien lo dijo Saklani, “quería hacer un cambio positivo en el medio ambiente”.

Hubo quienes se opusieron porque plantaba en áreas de propiedad privada, pero con el tiempo fue respetado y reconocido en su comunidad.

Para él los árboles eran como su familia y por eso les ofrecía amor y cuidados. A pesar de perder la vista ocasionado por una hemorragia ocular producto del barro y el polvo de los sembradíos, así lo manifestó a una revista científica uno de sus hijos, nunca descansó en su afán de que los seres humanos disfrutarán de aire puro y ecosistemas armónicos.

Dutt Saklani o el Hombre árbol’ como le decían, falleció el 18 de enero de 2019 a los 96 años de edad, dejando un importante legado a la humanidad.